miércoles, 17 de octubre de 2012

Empieza el curso 2012-13 rodeado de conflictividad.



                                                                             


Las políticas de austeridad que el Gobierno aplica, y que la Junta de Andalucía ejecuta dando un giro de tuerca más, están deteriorando las condiciones de vida y trabajo de la población, ya muy castigada con el desempleo y la pobreza.

Desde la lamentable subordinación de los dirigentes políticos a las instituciones europeas y organismos financieros, especialmente a la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional), la doctrina neoliberal viene presidiendo sistemáticamente todas las decisiones en política económica. Para esta doctrina, el déficit cero es un dogma inamovible. Como también lo es el que el Estado no intervenga en la economía, y menos aún para mantener un sector público (los servicios públicos), al que consideran un gasto oneroso causante de los desequilibrios económicos. Por ello, apuestan decididamente por desmantelar el Estado del Bienestar, el modelo de Estado arduamente conseguido tras décadas de movilizaciones populares, a fin de que la gestión de los servicios (educación, sanidad, desempleo, ayudas a la dependencia, pensiones…) dejen de ser cubiertos por el Estado y pasen a ser ejecutados por la inversión privada, quedando en manos de la capacidad adquisitiva de las familias la compra de los mismos.

En este contexto, el ataque al gasto educativo no ha hecho más que empezar. Antes de proceder a su completo desmantelamiento, se toman decisiones que dificultan el acceso del alumnado a los niveles superiores de enseñanza, como la disminución de la cuantía de las becas o mayores exigencias para acceder a ellas; o con la subida de las tasas de matrículas y, también, con las varias pruebas externas que el alumnado tendrá que superar para proseguir estudios. Pero el encarecimiento además ha llegado a los niveles inferiores, afectando a las ayudas de comedor, a los libros de texto o al transporte escolar. Por el otro lado, la oferta educativa disminuye y las condiciones de trabajo del profesorado empeora, aumentando la jornada lectiva y disminuyendo el número de profesores/as. Mientras, se sigue estimulando a la enseñanza privada y a la concertada concediéndole inadmisibles privilegios (segregación, zonificación, admisiones, etc.).

En esta situación, el malestar entre el profesorado y alumnado es manifiesto y las movilizaciones y protestas no han hecho más que empezar. El alumnado del IES Guadalentín está siguiendo una huelga de tres días, manifestaciones incluidas, contra los recortes en Educación. El 95 % del alumnado convocado (3º y 4º de ESO, 1º y 2º de bach., Ciclos Formativos) está en huelga. Y por parte del profesorado, están previstas acciones de protesta y huelgas, tanto en el sector como a nivel general. Por tanto, un inicio de curso diferente al de otros años. Pero ello no será obstáculo para que el proceso de enseñanza-aprendizaje se desarrolle con la profesionalidad, el esfuerzo y seriedad debida por el profesorado y la dedicación y motivación necesaria por el alumnado..